Por: José Cantero Verni, poeta y escritor argentino.
Cuando entraste al campo
te silbó hasta el viento,
el estadio entero,
te gritaba viejo.
te silbó hasta el viento,
el estadio entero,
te gritaba viejo.
Te decían cosas,
como pobre abuelo,
de quedarte en casa,
a cuidar los nietos.
como pobre abuelo,
de quedarte en casa,
a cuidar los nietos.
La tribuna tuya,
y también la de ellos
te ofendían hermano,
sin tener respeto;
y también la de ellos
te ofendían hermano,
sin tener respeto;
El equipo tuyo,
con un pie al descenso,
el de los contrarios
festejando el sueño,
con un pie al descenso,
el de los contrarios
festejando el sueño,
De salir campeones
era casi un hecho,
le caía el empate,
como anillo al dedo.
era casi un hecho,
le caía el empate,
como anillo al dedo.
Cuando ya el partido
se moría en un cero
cuando ya un minuto
le quedaba creo,
se moría en un cero
cuando ya un minuto
le quedaba creo,
De la esquina izquierda,
te cayó aquel centro,
que saltando al aire
la mató tu pecho.
te cayó aquel centro,
que saltando al aire
la mató tu pecho.
La peleaste a muerte,
le pusiste el cuerpo,
y con toque suave
la mandaste adentro.
le pusiste el cuerpo,
y con toque suave
la mandaste adentro.
La tribuna ciega,
no podía creerlo
estalló en delirio
con un grito inmenso.
no podía creerlo
estalló en delirio
con un grito inmenso.
Cuando te creían
que ya estabas muerto,
desde allá del alma
te brotó el aliento.
que ya estabas muerto,
desde allá del alma
te brotó el aliento.
Con tu gol hermano
se evitó el descenso,
si hasta el mismo viento
se asoció al festejo,
se evitó el descenso,
si hasta el mismo viento
se asoció al festejo,
Una tibia lágrima
te corrió en silencio
te abrazaron todos,
goleador sin tiempo.
te corrió en silencio
te abrazaron todos,
goleador sin tiempo.
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