Por Manuel Araníbar
Luna
Hoy
está de moda convertirse en DT. Es una linda profesión, aunque algunos
entrenadores encanecen, pierden cabello, o peor, pierden plata con
vedettes o por juicios de divorcio. Esto de ser DT da mucho caché, algunos
hasta llegan a convertirse en panelistas o animadores de TV. No faltan quienes
denigran esta noble carrera de DT, asociándolo más con el DDT, por algunos DT's
pulguientos, chinchosos y piojosos, pero no les hagas caso, esos envidiosos
son, en su mayoría, comentaristas de trafarándula, fanfarándula o estilistas de
señoras.
Aunque
parezca mentira, para convertirse en DT no se necesita estudiar ni tener mucha
cancha, todo es cuestión de viveza y de una caparazón tan grande como la del
Campo de Marte para soportar insultos, lanzamiento de objetos, escupitajos,
mentadas de madre, comentarios malévolos y torpezas de locutorpes deportivos a
quienes no les has dado su mermelada en la boquita.. Y está demás
decir que en nuestros países hispanohablantes sobran los vivos, por
tanto casi todos están capacitados para convertirse en DT. En cuanto a la
caparazón de Galápagos, tan gruesa como capota de Caterpillar, sólo hay que
observar el actuar de los políticos. De ellos se aprende bastante.
Fíjate
nomás en Pep Guardiola, que en ese equipazo que maneja lo único que está
haciendo es rascarse la panza mientras manda a la cancha a sus dirigidos a
hacer lo que les de su regalada gana, aunque de regalada no tiene más que el
nombre porque todos cobran un cojín de euros. ¡Vivo, pues! A ver, para
demostrar que es un gran entrenador, ¿por qué, en lugar de dirigir a Messi, no
entrena a un equipo de tercera división lleno de panzones y quebrados y los
hace campeonar?
O
si no, ponle un ojo en Mourinho del Real Madrid, que está metiéndole guerrita
por lo bajo al Pep, promocionando al Cristiano que de cristiano tiene lo que yo
de Messi. ¡Otro conchudazo al mango, que cuando pierde le echa la culpa a las
once mil vírgenes y a las huestes de Atila!
Ahora
bien, ante ellos no te desanimes ni te sientas menos: esos dos, Pep y Mou, no
son extraterrestres. Son sólo personas de carne y euros. Lo único que los
diferencia es que ellos están allá dándose la gran vida con la mayor viada y tú
estás ganando acá una miseria. Ellos se movilizan en tremendos Masseratti y tú
viajas en combi. Por lo demás son normales. Sus ventosidades - de tanto comer
paella y gachas - huelen más fuerte y hacen más bulla que las tuyas. Lo único
que tienes que hacer para ganar, no tanto como Pep, pero lo suficiente para
gastarlo en vedettes de la trafanfarándula medianochesca llamada
Chollygol, Chollywood o como lo pronuncien las comentaristas de espectaculos
(así, sin tilde), es seguir los sabios consejos de tu revista Lokudeces. Métele
un click:
1. Primero
lo primero, consíguete un título. Acá en Azángaro te los hacen a treinta
maracaibos. Este titulillo debe estar escrito en inglés, en italiano, portugués
o francés, y refrendado por la FIFA. De ese modo, la Policía no te encarcelará
por falsificación, porque todos sus traductores han renunciado para trabajar de
profesores de inglés.
2. Empieza
a visitar los clubes, con ayuda, por supuesto de un agente empresario. Hay varios
de ellos que sólo te cobran por adelantado el 10% de tu prima pero te piden a
cambio el 90% de tu sobrina más maltoncita. Pero ojo, de esos hay muchas ratas,
tan grandes que ya parecen zarigüeyas. Esos te ofrecen un club de primera y te
salen llevando a uno de segunda amateur. Tienes que saberlos escoger. Si llamas
a uno de ellos y viene a visitarte en quince minutos, ni le abras la puerta.
Ese, te lo apuesto, está más caído que el pantalón de Cantinflas y
te va a pedir en adelanto su pasaje de regreso y cinco maracas para su menú.
Si, por el contrario, tu llamada va hacia uno que se hace de rogar y te
contesta su secre diciendo que hay cita hasta el mes entrante porque ahora se
encuentra en Europa cerrando un contrato con un jugador del Manchester, la está
pegando de que se mueve como anguila en Saint Tropez cuando en realidad le está
mendigando un contrato a esos jugadores de dieciocho años que los infla la
prensa atiborrada de mermelada. El término medio es tomar a un agente que te
devuelva la llamada al día siguiente y que desde el saque te invite un cebiche
para discutir sus honorarios. No es lo mejor, pero estará al alcance de tu
coima.
3. Una
vez que consigas contrato no creas que ya triunfaste. Naka, tienes que
mantenerte, como la gringa Sofía Mulánovich, en la cresta de la ola. Ese
clubcito cabeceador que te ha conseguido el agente es solamente el primer pie
que puso Colón. Tú mismo tienes que dar el segundo paso y mantenerte
en tierra firme que es lo más difícil ahora que hay tantos temblores y que
dicen que se acaba el mundo. Si se acaba este maldito planeta, tu despedida de
la tierra tiene que pescarte bien ataviado.
4. Para
ello, escoge ropa de entrenamiento para el pamponcito de Villa el
Salvador porque el benefactor del club no tiene para más. Anda a Abancay o
Gamarra y cómprate una gorra bien chuchumecona, un tablero de apuntes, un
silbato escandaloso, un cronómetro malogrado de esos que se cuelgan al cuello
(en la cachina de Las Malvinas lo consigues a diez marabuntas). En tu polo
deberán aparecer las siglas “DT” más grandes que el logo del club. Las bermudas
jamás deben tener adornos playeros, para que no piensen que vas o vienes de
perrear, y tus zapatillas deberán ser del color de las de Messi, pero no deben
sacar pezuña. En jirón Ayacucho un par de zapas bien fichonas están a treinta
mameyes y nadie se dará tacuen de la marca a menos que a un enano se le ocurra
leerla y se dé con la sorpresa de que dicen “Unvro”, así, con uve.
En los
entrenamientos:
5. Pon
a los jugadores a jugar camotito y pichanguitas de delantera y defensa, y a dar
vueltas y más vueltas con el preparador físico (exactamente igual a como lo
hacías en tu colegio primario) mientras te rascas las axilas y luego
declaras a los periodistas que estás implantando un nuevo programa de
adiestramiento adquirido en capacitación de la escuela europea.
6. Usa
las nuevas pizarras blancas de acrílico con plumones de tres colores diferentes
para darles indicaciones y, al salir a la cancha, dile a tus pupilos
que "jueguen como saben, muchachos, y olvídense de los diagramas porque
son las tareas de mi hijo."
7. Ordena a
tus muchachos a jugar en sus laptops uno de esos juegos de futbol de internet y
mientras tanto niégale el acceso de periodistas a los entrenamientos aduciendo
que están practicando tácticas secretas para el importante partido del
domingo.
Ya en el estadio...
8. Cuando
el camarografo se acerque a poncharte ponte a gritar al capitán
frases tan inteligentes como "¡vamos muchachos, que sólo faltan
ochenticinco minutos!". “¡Baje marcador, baje!” O bien, dile al volante en
voz alta que se le pegue como lapa al armador contrario y que deje de mentarle
la madre al arbitro (esto se lo dices en voz baja).
9. En
el estadio, tienes que usar un terno bien acharlado de color plomo o
de cualquier otro que no coincida con los colores de ninguno de los clubes
grandes, porque te puedes perder el próximo contrato. La Micaela y la corvina
deben hacer juego con el Freddy Ternero, no como el atuendo del loco Quiroga al
que le falta sólo una flor en el ojal para convertirse en envoltura de
chocolate. Lo elegante es usar un par de lentes al estilo Roberto Mosquera,
para que los sapos no se mosqueen de que estás boleteado. Luego del partido,
para la conferencia de prensa, si es que has ganado, colócate un par de lentes
claros, para dar un look intelectual, de estudioso del fútbol. Pero si pierdes,
continuarás con los ahumados, para que no se te noten las lágrimas de
impotencia al enterarte de que te invitan a salir por la puerta falsa...
10. Ponte
una gorrita bien fichona y un polo de manga corta con colorines de
Polvos Azules, un silbato con cadena de oro y ve a tomarte una chela en
cualquier café de Miraflores con mesas a la calle y congélate de frío por
el lapso de dos horas mientras lees El Gráfico. Pídele al mozo que ponga en la
TV el canal de fútbol internacional y comenta en voz alta tus
experiencias en el Nou Camp con los jugadores del partido de la TV, aunque
nadie te preste atençao (esta palabra portuguesa es muy elegante en el ámbito
futbolero, úsala a menudo).
11. Aún
no eres conocido, pero si te reconoce un acreedor en el cafecito de marras,
hazle un disimulado chitón, y fírmale un pagaré haciendo creer a la sapería de
que se trata de un autógrafo. Al momento en que se vaya, si es que logras
convencerlo con el cuento de que le vas a pagar hasta el último céntimo con sus
respectivos intereses, le dices en voz, alta “no, gracia a vo, sho te estimo
musho, vení cuando gustés”, para que las solteronas de la mesa de al lado crean
que vienes de ashá, de las orishas del Río de la Plata (pero sin un cobre en el
bolsillo). Quién sabe, te pueden contratar como acompañante y ahí te ganas un
sencillito.
12. Trae
un profesor de educación física de cualquier colegio fiscal de Puente Piedra, y
comenta a la prensa (recálcalo con la voz de Juan Diego Flores) que es tu
pupilo recién llegado de una capacitación en Holanda y que trabajó
con la selección holandesa en el último mundial". Ah, en el polo (comprado
de oferta en Gamarra) debe decir algo asi como "L’academia di Calcio della
Toscana" o "Confederacao do Futebol de Lisboa".
13. Contrata
a un charla del Parque Universitario, desenróscale la culebrítica del cuello,
hazlo bañarse y talquearse, échale unas gotitas de colonia, ponle un mandil de
farmacéutico y declara que es psicólogo del club. Déjale hablar - que eso le
gusta mucho - de las bondades de la motivación y del último estudio para
combatir el pánico a las metidas de mano y luego di que es diplomado
de la escuela Gestalt para delanteros dubitativos.
14. Si
tu flaca se encela por tus cada vez más prolongadas ausencias, haz que la
directiva la contrate con el rimbombante cargo de Asistente Transcriptora de
Tácticas a la PC. Luego bien contratada, déjala que se sumerja en las redes
sociales. Así te dejará tranquilo y se ganará un sencillito.
Clases de teatro
15. Ensaya
esta cara ante el espejo: Imagina que has embarazado a una quinceañera y la
mamá te ha amenazado con ir a los periódicos. ¿Lo lograste? Ahora pon esa misma
cara cuando te pongas al borde de la cancha justo cuando el camarógrafo te está
enfocando, así tu equipo este ganando seis a cero al "Once amigos del
Callejón del Conejo", surte efecto y provoca comentarios de los locutorpes
del domingo por la noche: “Fíjate el aire de preocupación del DT. Ese sí que es
un hombre dedicado a su trabajo”.
16. Si
te han metido un gol de camarín, sopla fuerte como enfriando una sopa de
frejoles, mira tu reloj, mete las manos a tus bolsillos, toma un sorbo de tu
agua mineral y vuelve a sentarte al banco. Aparenta serenidad por la derecha y
preocupación por la izquierda, para que te capten los camarógrafos de ambos
lados. Estos gestos dan mucho que hablar a los medios.
17. ¿Están
por rescindirte el contrato por tu mala campaña? Soborna al árbitro del próximo
partido. Cuando tu jugador anote el penal salta de alegría y abraza al
dirigente más cercano. Si este no está a la mano, puesto que debe ser de un
club cabeceador, grítalo ante las cámaras, palmeándote el pecho.
18. Averígua
qué entrenador está en la mira para reemplazarte. Visítalo y dile que no te han
pagado ningún sueldo, que tu contrato fue una estafa y que, para colmo, te
pidieron coima. Ah, recalcale que los dirigentes están dudando de la fidelidad
de su mujer.
19. Manda
a tu guardaespaldas más baboso a que le haga la bronca al entrenador del otro
cuadro y luego declara que lo provocaron.
20. Lleva
“jugadoras” tramposas a las concentraciones y si te cae roche di que
son Monjas de la Congregación del la Virgen de la Pelotera o recolectoras de
óbolos para el pabellón de quemados del Hospital del Niño.
Declaraciones para la
prensa…
21. Manifiesta a
los periodistas que estás ocupado con los jugadores revisando videos del último
partido del próximo rival y luego ponte a ver la telenovela “La Licuadora
Humana” sobre la camilla, masajeado por un pata vestido de blanco al que le
gusta manosear por todo el cuerpo, particularmente cuando nadie los ve…
22. Con
todos los aspavientos que puedas, miéntale la madre al árbitro, cuando le
anoten gol a tu equipo. Ráscate la cabeza y mira a tu asistente cada vez que el
árbitro te cobre algo en contra. Repite lo mismo con el juez de
línea. Manda a tu asistente y a los suplentes de la banca a acosar al cuarto
hombre por la infracción más intrascendente y, cuando éste llame al árbitro,
mira para otro lado silbando “Asere je”. Este tema es importante, porque les
gusta a Mou y a Pep.
23. Si
estás sin contrato y no te queda más que ir a entrenar a un equipo de la
hacienda Conchesucanchis en Huancavelica, luego de un año preséntate
a la prensa con acento brasileño o argentino diciendo disparates como : “eu he
triunfado em Brazil, allá os entrenadores están ganando muito bom dineiro"
o sinó "mirá, pibe: ashá en Bueno Saire, me pareshe que no é
como acá. Ashá lo ténico y lo jugadore tán motivado por lo sueldo,
¿viste?".
24. En
las entrevistas dale rienda suelta a tu lengua con largas frases como “mi
filosofía balompedística exige entrega y amor por la camiseta, dejando de lado
todo interés por el sucio y corrupto dinero. De lo contrario los resultados
aburren a las tribunas acostumbradas al modo de jugar que siempre ha sido mi
norte, mi occidente, y mi sur, el cual es tratar bien al esférico, respetando
al rival cuando juega mejor que nosotros, sin pisar huevos ni neblina, e
inoculando sangre ganadora en cada uno de los corazones de mis muchachos, lo
cual me lo enseñó mi querida madre que trabajaba en el hospital como receptora
de muestras de donantes. Ellos así lo han entendido. Lamentablemente manos
siniestras intentan bajarnos la palanca de la llave general con torvas intenciones…”
Sigue hablando esas cantinfladas hasta que se haya dormido el último
camarógrafo.
25. Si
ganas declara que todo estuvo planificado al milímetro durante toda la semana y
que este resultado fue exiguo para lo que se vio.
26. Si
pierdes por seis a cero, declara que todo estuvo planificado al milimetro
durante toda la semana, pero el arbitro y la mala suerte conspiraron contra el
equipo de tus amores. Que el resultado fue demasiado regalo para el equipo
contrario.
27. Siempre
ante resultados adversos opina que los jugadores no te obedecieron y que ese
marcador de ocho a cero fue exagerado, cuando a todas luces mereció ser un
empate.
28. Si
cobraron penal a tu favor di que fue justo. Si te cobraron penal en contra di
que fue injusto.
Si
esto no te da resultados, y después de estas clases prácticas no te quiere
contratar ni san Puño, si quieres seguir perteneciendo al equipo de los vivos,
métete de narco, de dirigente o de político, que eso en el Perú da plata.
Manuel
Araníbar Luna.
Barcelona,
23 de marzo del 2012
(Próxima
entrega: “Cómo aparecer siempre en las pantallas sin calatearse”)
No hay comentarios:
Publicar un comentario