sábado, 24 de marzo de 2012

¿Quieres ser famoso y ganar plata como Guardiola y Mourinho?


Por Manuel Araníbar Luna
Hoy está de moda convertirse en DT. Es una linda profesión, aunque algunos entrenadores encanecen, pierden cabello, o peor,  pierden plata con vedettes o por juicios de divorcio. Esto de ser DT da mucho caché, algunos hasta llegan a convertirse en panelistas o animadores de TV. No faltan quienes denigran esta noble carrera de DT, asociándolo más con el DDT, por algunos DT's pulguientos, chinchosos y piojosos, pero no les hagas caso, esos envidiosos son, en su mayoría, comentaristas de trafarándula, fanfarándula o estilistas de señoras.
Aunque parezca mentira, para convertirse en DT no se necesita estudiar ni tener mucha cancha, todo es cuestión de viveza y de una caparazón tan grande como la del Campo de Marte para soportar insultos, lanzamiento de objetos, escupitajos, mentadas de madre, comentarios malévolos y torpezas de locutorpes deportivos a quienes no les has dado su mermelada en la boquita..  Y está demás decir que  en nuestros países hispanohablantes sobran los vivos, por tanto casi todos están capacitados para convertirse en DT. En cuanto a la caparazón de Galápagos, tan gruesa como capota de Caterpillar, sólo hay que observar el actuar de los políticos. De ellos se aprende bastante.
Fíjate nomás en Pep Guardiola, que en ese equipazo que maneja lo único que está haciendo es rascarse la panza mientras manda a la cancha a sus dirigidos a hacer lo que les de su regalada gana, aunque de regalada no tiene más que el nombre porque todos cobran un cojín de euros. ¡Vivo, pues! A ver, para demostrar que es un gran entrenador, ¿por qué, en lugar de dirigir a Messi, no entrena a un equipo de tercera división lleno de panzones y quebrados y los hace campeonar?
O si no, ponle un ojo en Mourinho del Real Madrid, que está metiéndole guerrita por lo bajo al Pep, promocionando al Cristiano que de cristiano tiene lo que yo de Messi. ¡Otro conchudazo al mango, que cuando pierde le echa la culpa a las once mil vírgenes y a las huestes de Atila!
Ahora bien, ante ellos no te desanimes ni te sientas menos: esos dos, Pep y Mou, no son extraterrestres. Son sólo personas de carne y euros. Lo único que los diferencia es que ellos están allá dándose la gran vida con la mayor viada y tú estás ganando acá una miseria. Ellos se movilizan en tremendos Masseratti y tú viajas en combi. Por lo demás son normales. Sus ventosidades - de tanto comer paella y gachas - huelen más fuerte y hacen más bulla que las tuyas. Lo único que tienes que hacer para ganar, no tanto como Pep, pero lo suficiente para gastarlo en vedettes de la trafanfarándula medianochesca  llamada Chollygol, Chollywood o como lo pronuncien las comentaristas de espectaculos (así, sin tilde), es seguir los sabios consejos de tu revista Lokudeces. Métele un click:
1.     Primero lo primero, consíguete un título. Acá en Azángaro te los hacen a treinta maracaibos. Este titulillo debe estar escrito en inglés, en italiano, portugués o francés, y refrendado por la FIFA. De ese modo, la Policía no te encarcelará por falsificación, porque todos sus traductores han renunciado para trabajar de profesores de inglés.
2.     Empieza a visitar los clubes, con ayuda, por supuesto de un agente empresario. Hay varios de ellos que sólo te cobran por adelantado el 10% de tu prima pero te piden a cambio el 90% de tu sobrina más maltoncita. Pero ojo, de esos hay muchas ratas, tan grandes que ya parecen zarigüeyas. Esos te ofrecen un club de primera y te salen llevando a uno de segunda amateur. Tienes que saberlos escoger. Si llamas a uno de ellos y viene a visitarte en quince minutos, ni le abras la puerta. Ese, te lo apuesto,  está más caído que el pantalón de Cantinflas y te va a pedir en adelanto su pasaje de regreso y cinco maracas para su menú. Si, por el contrario, tu llamada va hacia uno que se hace de rogar y te contesta su secre diciendo que hay cita hasta el mes entrante porque ahora se encuentra en Europa cerrando un contrato con un jugador del Manchester, la está pegando de que se mueve como anguila en Saint Tropez cuando en realidad le está mendigando un contrato a esos jugadores de dieciocho años que los infla la prensa atiborrada de mermelada. El término medio es tomar a un agente que te devuelva la llamada al día siguiente y que desde el saque te invite un cebiche para discutir sus honorarios. No es lo mejor, pero estará al alcance de tu coima.
3.     Una vez que consigas contrato no creas que ya triunfaste. Naka, tienes que mantenerte, como la gringa Sofía Mulánovich, en la cresta de la ola. Ese clubcito cabeceador que te ha conseguido el agente es solamente el primer pie que puso Colón. Tú mismo  tienes que dar el segundo paso y mantenerte en tierra firme que es lo más difícil ahora que hay tantos temblores y que dicen que se acaba el mundo. Si se acaba este maldito planeta, tu despedida de la tierra tiene que pescarte bien ataviado.
4.     Para ello, escoge ropa  de entrenamiento para el pamponcito de Villa el Salvador porque el benefactor del club no tiene para más. Anda a Abancay o Gamarra y cómprate una gorra bien chuchumecona, un tablero de apuntes, un silbato escandaloso, un cronómetro malogrado de esos que se cuelgan al cuello (en la cachina de Las Malvinas lo consigues a diez marabuntas). En tu polo deberán aparecer las siglas “DT” más grandes que el logo del club. Las bermudas jamás deben tener adornos playeros, para que no piensen que vas o vienes de perrear, y tus zapatillas deberán ser del color de las de Messi, pero no deben sacar pezuña. En jirón Ayacucho un par de zapas bien fichonas están a treinta mameyes y nadie se dará tacuen de la marca a menos que a un enano se le ocurra leerla y se dé con la sorpresa de que dicen “Unvro”, así, con uve.
En los entrenamientos:
5.     Pon a los jugadores a jugar camotito y pichanguitas de delantera y defensa, y a dar vueltas y más vueltas con el preparador físico (exactamente igual a como lo hacías en tu colegio primario)  mientras te rascas las axilas y luego declaras a los periodistas que estás implantando un nuevo programa de adiestramiento adquirido en capacitación de la escuela europea.
6.     Usa las nuevas pizarras blancas de acrílico con plumones de tres colores diferentes para darles indicaciones y, al salir a la cancha, dile a tus  pupilos que "jueguen como saben, muchachos, y olvídense de los diagramas porque son las tareas de mi hijo."
7.     Ordena  a tus muchachos a jugar en sus laptops uno de esos juegos de futbol de internet y mientras tanto niégale el acceso de periodistas a los entrenamientos aduciendo que están practicando tácticas secretas para el importante partido del domingo. 
Ya en el estadio...
8.     Cuando el  camarografo se acerque a poncharte ponte a gritar al capitán frases tan inteligentes como "¡vamos muchachos, que sólo faltan ochenticinco minutos!". “¡Baje marcador, baje!” O bien, dile al volante en voz alta que se le pegue como lapa al armador contrario y que deje de mentarle la madre al arbitro (esto se lo dices en voz baja).
9.     En el estadio, tienes  que usar un terno bien acharlado de color plomo o de cualquier otro que no coincida con los colores de ninguno de los clubes grandes, porque te puedes perder el próximo contrato. La Micaela y la corvina deben hacer juego con el Freddy Ternero, no como el atuendo del loco Quiroga al que le falta sólo una flor en el ojal para convertirse en envoltura de chocolate. Lo elegante es usar un par de lentes al estilo Roberto Mosquera, para que los sapos no se mosqueen de que estás boleteado. Luego del partido, para la conferencia de prensa, si es que has ganado, colócate un par de lentes claros, para dar un look intelectual, de estudioso del fútbol. Pero si pierdes, continuarás con los ahumados, para que no se te noten las lágrimas de impotencia al enterarte de que te invitan a salir por la puerta falsa...
10.  Ponte una gorrita bien fichona y un polo  de manga corta con colorines de Polvos Azules, un silbato con cadena de oro y ve a tomarte una chela en cualquier café de Miraflores con mesas a la calle y congélate de frío  por el lapso de dos horas mientras lees El Gráfico. Pídele al mozo que ponga en la TV el canal de fútbol internacional y  comenta en voz alta tus experiencias en el Nou Camp con los jugadores del partido de la TV, aunque nadie te preste atençao (esta palabra portuguesa es muy elegante en el ámbito futbolero, úsala a menudo).
11.  Aún no eres conocido, pero si te reconoce un acreedor en el cafecito de marras, hazle un disimulado chitón, y fírmale un pagaré haciendo creer a la sapería de que se trata de un autógrafo. Al momento en que se vaya, si es que logras convencerlo con el cuento de que le vas a pagar hasta el último céntimo con sus respectivos intereses, le dices en voz, alta “no, gracia a vo, sho te estimo musho, vení cuando gustés”, para que las solteronas de la mesa de al lado crean que vienes de ashá, de las orishas del Río de la Plata (pero sin un cobre en el bolsillo). Quién sabe, te pueden contratar como acompañante y ahí te ganas un sencillito.
12.  Trae un profesor de educación física de cualquier colegio fiscal de Puente Piedra, y comenta a la prensa (recálcalo con la voz de Juan Diego Flores) que es tu pupilo recién llegado de una  capacitación en Holanda y que trabajó con la selección holandesa en el último mundial". Ah, en el polo (comprado de oferta en Gamarra) debe decir algo asi como "L’academia di Calcio della Toscana" o "Confederacao do  Futebol de Lisboa".
13.  Contrata a un charla del Parque Universitario, desenróscale la culebrítica del cuello, hazlo bañarse y talquearse, échale unas gotitas de colonia, ponle un mandil de farmacéutico y declara que es psicólogo del club. Déjale hablar - que eso le gusta mucho - de las bondades de la motivación y del último estudio para combatir el pánico a las metidas de mano y luego di  que es diplomado de la escuela Gestalt para delanteros dubitativos.
14.  Si tu flaca se encela por tus cada vez más prolongadas ausencias, haz que la directiva la contrate con el rimbombante cargo de Asistente Transcriptora de Tácticas a la PC. Luego bien contratada, déjala que se sumerja en las redes sociales. Así te dejará  tranquilo y se ganará un sencillito.
Clases de teatro
15.  Ensaya esta cara ante el espejo: Imagina que has embarazado a una quinceañera y la mamá te ha amenazado con ir a los periódicos. ¿Lo lograste? Ahora pon esa misma cara cuando te pongas al borde de la cancha justo cuando el camarógrafo te está enfocando, así tu equipo este ganando seis a cero al "Once amigos del Callejón del Conejo", surte efecto y provoca comentarios de los locutorpes del domingo por la noche: “Fíjate el aire de preocupación del DT. Ese sí que es un hombre dedicado a su trabajo”.
16.  Si te han metido un gol de camarín, sopla fuerte como enfriando una sopa de frejoles, mira tu reloj, mete las manos a tus bolsillos, toma un sorbo de tu agua mineral y vuelve a sentarte al banco. Aparenta serenidad por la derecha y preocupación por la izquierda, para que te capten los camarógrafos de ambos lados. Estos gestos dan mucho que hablar a los medios.
17.  ¿Están por rescindirte el contrato por tu mala campaña? Soborna al árbitro del próximo partido. Cuando tu jugador anote el penal salta de alegría y abraza al dirigente más cercano. Si este no está a la mano, puesto que debe ser de un club cabeceador, grítalo ante las cámaras, palmeándote el pecho.
18.  Averígua qué entrenador está en la mira para reemplazarte. Visítalo y dile que no te han pagado ningún sueldo, que tu contrato fue una estafa y que, para colmo, te pidieron coima. Ah, recalcale que los dirigentes están dudando de la fidelidad de su mujer.
19.  Manda a tu guardaespaldas más baboso a que le haga la bronca al entrenador del otro cuadro y luego declara que lo provocaron.
20.  Lleva “jugadoras” tramposas  a las concentraciones y si te cae roche di que son Monjas de la Congregación del la Virgen de la Pelotera o recolectoras de óbolos para el pabellón de quemados del Hospital del Niño.
Declaraciones para la prensa…
21.  Manifiesta  a los periodistas que estás ocupado con los jugadores revisando videos del último partido del próximo rival y luego ponte a ver la telenovela “La Licuadora Humana” sobre la camilla, masajeado por un pata vestido de blanco al que le gusta manosear por todo el cuerpo, particularmente cuando nadie los ve…
22.  Con todos los aspavientos que puedas, miéntale la madre al árbitro, cuando le anoten gol a tu equipo. Ráscate la cabeza y mira a tu asistente cada vez que el árbitro te cobre algo en contra. Repite lo mismo  con el juez de línea. Manda a tu asistente y a los suplentes de la banca a acosar al cuarto hombre por la infracción más intrascendente y, cuando éste llame al árbitro, mira para otro lado silbando “Asere je”. Este tema es importante, porque les gusta a Mou y a Pep.
23.  Si estás sin contrato y no te queda más que ir a entrenar a un equipo de la hacienda Conchesucanchis en Huancavelica, luego  de un año preséntate a la prensa con acento brasileño o argentino diciendo disparates como : “eu he triunfado em Brazil, allá os entrenadores están ganando muito bom dineiro" o sinó "mirá, pibe: ashá en Bueno Saire,  me pareshe que no é como acá. Ashá lo ténico y lo jugadore tán motivado por lo sueldo, ¿viste?".
24.  En las entrevistas dale rienda suelta a tu lengua con largas frases como “mi filosofía balompedística exige entrega y amor por la camiseta, dejando de lado todo interés por el sucio y corrupto dinero. De lo contrario los resultados aburren a las tribunas acostumbradas al modo de jugar que siempre ha sido mi norte, mi occidente, y mi sur, el cual es tratar bien al esférico, respetando al rival cuando juega mejor que nosotros, sin pisar huevos ni neblina,  e inoculando sangre ganadora en cada uno de los corazones de mis muchachos, lo cual me lo enseñó mi querida madre que trabajaba en el hospital como receptora de muestras de donantes. Ellos así lo han entendido. Lamentablemente manos siniestras intentan bajarnos la palanca de la llave general con torvas intenciones…” Sigue hablando esas cantinfladas hasta que se haya dormido el último camarógrafo.
25.  Si ganas declara que todo estuvo planificado al milímetro durante toda la semana y que este resultado fue exiguo para lo que se vio.
26.  Si pierdes por seis a cero, declara que todo estuvo planificado al milimetro durante toda la semana, pero el arbitro y la mala suerte conspiraron contra el equipo de tus amores. Que el resultado fue demasiado regalo para el equipo contrario.
27.  Siempre ante resultados adversos opina que los jugadores no te obedecieron y que ese marcador de ocho a cero fue exagerado, cuando a todas luces mereció ser un empate.
28.  Si cobraron penal a tu favor di que fue justo. Si te cobraron penal en contra di que fue injusto.
Si esto no te da resultados, y después de estas clases prácticas no te quiere contratar ni san Puño, si quieres seguir perteneciendo al equipo de los vivos, métete de narco, de dirigente o de político, que eso en el Perú da plata.
Manuel Araníbar Luna.
Barcelona, 23 de marzo del 2012

(Próxima entrega: “Cómo aparecer siempre en las pantallas sin calatearse”)


No hay comentarios:

Publicar un comentario